Joseph Hughes, un pequeño británico de cinco años, vive con la obsesión de comer cables. Los cargadores de teléfono o la consola son un riesgo para él. Sus padres están desesperados.
Kate Jarvis, la madre, de 25 años, lo ha cogido el
comiendo el cable de la consola y el del cargador de teléfono enchufado.
Por suerte los dos estaban apagados.
"La primera vez
que vi a Joseph con el cable en la boca fue terrorífico y aunque su
padre y yo hablamos con él, el niño sufre unas ganas incontrolables de
comer cables", explica su madre en el diario The Sun.
Kate, madre de otros dos niños, Lucas y Kate, ha ocultado todos los
electrodomésticos de su casa para proteger a Joseph. Sus deseos de comer
cable se deben a una enfermedad que le hace anhelar comer sustancias no
nutritivas.
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