Para un dispositivo que recibe nuestros excrementos, debería estar en uno de los últimos lugares en la lista de prioridades a la hora de su construcción y diseño. Pero en Japón hasta las cosas más extrañas parecen normales. "Creemos que en la existencia de una deidad en los baños, por eso los mantenemos limpios y bien cuidados", explicó Kazuo Sumimiya, director del showroom donde se expone el inodoro. Y también aclaró que en caso de que no se venda, seguirá en exposición, y sin ser usado, hasta fin de año.
Os dejamos con un vídeo sobre la noticia:
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