Después de que los dolores desaparecieran y el bebé
dejara de patalear, Zahra lo comenzó a considerar un "niño dormido".
Según la creencia popular marroquí, hay bebés que pueden vivir dentro
del vientre de la mujer para proteger su honor. A sus 75 años, los
dolores regresaron, por lo que decidió volver al hospital. Los médicos
le realizaron una prueba de ultrasonido y descubrieron que su “niño
dormido” fue en realidad un embarazo ectópico, es decir, fuera del
útero.
Tras medio siglo de espera, una operación de casi cinco
horas logró extraer con éxito el feto calcificado de Zahra. Lo más
sorprendente es cómo Zahra logró sobrevivir llevando dentro de su cuerpo
un feto muerto y cómo éste no fue rechazado por el organismo. Según la
revista de la Sociedad Real de Medicina, no se trata del primer caso de
este tipo. Hasta el momento fueron consignados 209 casos de bebés de
'piedra', así llamados 'lithopedions'.
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