Es habitual escuchar rumores que las industrias viertan sus derechos a ríos y mares, pero este caso es excepcional. En China central se emitió un aviso de emergencia para suspender la venta y el consumo de una serie de medicamentos por llevar una cápsula con niveles tóxicos de cromo.
Para evitar investigaciones y arrestos, las fábricas alrededeor Zhengzhou, en la provincia de Henan, han arrojado sus enormes reservas de éstas cápsulas en las vías fluviales locales, tirándolas directamente a las redes de saneamiento.
Estas cápsulas pueden causar cáncer o insuficiencia de distintos órganos. Ahora este tóxico está presente en las aguas de consumo público.
Pero eso no es todo: el movimiento de los millones de cápsulas dejan su rastro acústico, ya que al rozar unas con otras, los lugareños aseguran que emiten un inquietante zumbido.
Una imagen que podría ser bella de lejos pero, sin duda, es aterradora si se mira de cerca.
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