Los 8 personajes más tacaños de la historia (1º Parte)

jueves, 26 de abril de 2012 | Categorías: , | 0 Comentarios


 ¿Alguna vez habeis conocido a alguien muy muy tacaño? Si, de estas personas que no caminan por no gastar suela de zapato, o no gastan ni un duro aunque les sobre por todos los lados.

Pues de este tipo de personas, descatan algunos de ellos en la historia por su ser de la cofradía del puño cerrado. A continuación os mostramos algunos de ellos junto con algunas de sus hazañas:

 Hetty Green: Fue la mujer más rica del mundo allá por los años 1800. Murió con dinero en efectivo y posesiones con un valor de más de 100 millones de dólares (unos 1500 millones de euros). Durante su vida, se negó rotundamente a ayudar a los más necesitados. Su hijo se rompió una pierna de niño, y ella se negó a pagar el tratamiento, y trató que lo aceptaran en un hospital gratuito para los pobres. Por estas razones, el Libro Guinness de los Récords la tiene que la persona más miserable de la Historia.

J. Paul Getty: Hizo su fortuna durante la Gran Depresión, y tuvo intereses en unas 200 empresas. Cuando murió en 1976, contaba con una fortuna de unos dos mil millones de dólares de la época. Se negó a pagar el rescate de 17 millones de dólares por su nieto secuestrado en Roma, hasta que los secuestradores mandaron una oreja del chico por correo y Getty acordó para un rescate reducido a 2.2 millones. 

John Elwes: El político inglés que inspiró a Charles Dickens para crear al avaro más famoso de la historia de la literatura, Ebenezer Scrooge, de su obra 'A Christmas Carol' (Un cuento de Navidad). Disponía de una fortuna de unos 390.000 dólares de la época (21 millones de euros), pero vivía como un pobre, tanto que se iba a la cama cuando caía la noche para evitar gastar dinero en velas. Murió con muy pocas posesiones, pero dejó su fortuna a sus dos hijos nacidos fuera del matrimonio.

Ingvar Kamprad: El fundador de IKEA es una de las personas más ricas del planeta, con una fortuna estimada en seis mil millones de dólares. Cambió su residencia al paraíso fiscal de Suiza en los años 70, conduce un Volvo de hace 15 años, vuela en clase turista y recicla las bolsas de té. Este excéntrico personaje de 85 años es también conocido por visitar el restaurante del IKEA de su ciudad, para comer un menú barato de albóndigas y patatas cocidas.




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